La sarcopenia, caracterizada por la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, es una preocupación importante en los pacientes con cáncer, especialmente en los que sufren de linfoma.Esta condición se asocia a menudo con caquexia cancerosa.Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 18 millones de nuevos casos de cáncer fueron reportados en todo el mundo en 2020.con linfoma como uno de los tipos predominantesLa sarcopenia puede exacerbar los efectos de las terapias contra el cáncer, lo que conduce a un peor pronóstico y a un aumento de las tasas de mortalidad.
El desarrollo de la sarcopenia en pacientes con cáncer es multifactorial. Los factores incluyen inflamación sistémica, cambios metabólicos y actividad física reducida debido a la enfermedad.Los síntomas a menudo incluyen fatigaLas investigaciones muestran que más de la mitad de los pacientes con linfoma presentan sarcopenia basal.correlacionado con tasas medianas de supervivencia global más cortas10.5 meses para los pacientes con sarcopenia en comparación con 34.3 meses para los pacientes sin sarcopenia.
La detección de sarcopenia generalmente implica técnicas de imagen, como tomografías computarizadas, que evalúan el área de la sección transversal muscular.análisis de muestras de sangre para detectar cambios metabólicos indicativos de pérdida muscularEn un estudio reciente en el que participaron 83 pacientes con linfoma de células B de gran tamaño, se observó una pérdida muscular significativa en el primer mes después de la terapia con células T CAR, lo que subraya la necesidad de un seguimiento vigilante.
Las medidas preventivas incluyen apoyo nutricional, entrenamiento de resistencia y estrategias de intervención temprana para mitigar la pérdida muscular.Tratar la sarcopenia no sólo mejora la calidad de vida sino también mejora los resultados del tratamiento, especialmente en terapias como el tratamiento con células T CAR.
La sarcopenia representa un desafío considerable para los pacientes con linfoma, afectando negativamente la eficacia del tratamiento y la supervivencia.Reconocer los síntomas e implementar estrategias eficaces de detección y prevención son cruciales para mejorar los resultados del pacienteLa investigación en curso es esencial para desentrañar la compleja interacción entre la sarcopenia, el cáncer y las respuestas terapéuticas, allanando el camino para mejorar la atención en oncología.
La sarcopenia, caracterizada por la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular, es una preocupación importante en los pacientes con cáncer, especialmente en los que sufren de linfoma.Esta condición se asocia a menudo con caquexia cancerosa.Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 18 millones de nuevos casos de cáncer fueron reportados en todo el mundo en 2020.con linfoma como uno de los tipos predominantesLa sarcopenia puede exacerbar los efectos de las terapias contra el cáncer, lo que conduce a un peor pronóstico y a un aumento de las tasas de mortalidad.
El desarrollo de la sarcopenia en pacientes con cáncer es multifactorial. Los factores incluyen inflamación sistémica, cambios metabólicos y actividad física reducida debido a la enfermedad.Los síntomas a menudo incluyen fatigaLas investigaciones muestran que más de la mitad de los pacientes con linfoma presentan sarcopenia basal.correlacionado con tasas medianas de supervivencia global más cortas10.5 meses para los pacientes con sarcopenia en comparación con 34.3 meses para los pacientes sin sarcopenia.
La detección de sarcopenia generalmente implica técnicas de imagen, como tomografías computarizadas, que evalúan el área de la sección transversal muscular.análisis de muestras de sangre para detectar cambios metabólicos indicativos de pérdida muscularEn un estudio reciente en el que participaron 83 pacientes con linfoma de células B de gran tamaño, se observó una pérdida muscular significativa en el primer mes después de la terapia con células T CAR, lo que subraya la necesidad de un seguimiento vigilante.
Las medidas preventivas incluyen apoyo nutricional, entrenamiento de resistencia y estrategias de intervención temprana para mitigar la pérdida muscular.Tratar la sarcopenia no sólo mejora la calidad de vida sino también mejora los resultados del tratamiento, especialmente en terapias como el tratamiento con células T CAR.
La sarcopenia representa un desafío considerable para los pacientes con linfoma, afectando negativamente la eficacia del tratamiento y la supervivencia.Reconocer los síntomas e implementar estrategias eficaces de detección y prevención son cruciales para mejorar los resultados del pacienteLa investigación en curso es esencial para desentrañar la compleja interacción entre la sarcopenia, el cáncer y las respuestas terapéuticas, allanando el camino para mejorar la atención en oncología.